Introducción
La vía aérea superior se trata de un conducto de aire extrapulmonar integrado por las cavidades nasal y bucal, faringe y laringe.
NARIZ Y FOSAS NASALES
La vía aérea normal comienza funcionalmente en las aberturas nasales. Tienen funciones de calentamiento y humidificación del aire inspirado. La nariz es la vía principal de la respiración normal. Durante la respiración pausada, la resistencia al flujo de aire a través de las fosas nasales supone casi 2/3 de la resistencia total de la vía aérea. La resistencia nasal es casi dos veces superior a la que se asocia a la respiración por la boca.
FARINGE
La vía aérea faringe se extiende desde la parte posterior de la nariz hasta el cartílago cricoides, donde se convierte en esófago. Un área superior, la nasofaringe, está separada de la orofaringe inferior por el tejido del paladar blando. Los principales obstáculos al paso del aire a través de la nasofaringe son las prominentes estructuras linfoideas de las amígdalas. La lengua es la causa principal de obstrucción de la orofaringe, habitualmente por una disminución de tono muscular en el músculo geniogloso. Éste se contrae para mover la lengua hacia delante durante la inspiración y actúa, por tanto, como dilatador de la faringe.
LARINGE
La laringe, que está situada entre la tercera y la sexta vértebras cervicales, sirve como órgano de fonación y como válvula para proteger la vía aérea inferior de los contenidos del tracto alimentario. Los músculos laríngeos pueden clasificarse en tres grupos básicos según sea su acción sobre las cuerdas vocales: abductores, aductores y reguladores de la tensión. La totalidad de la inervación motora de estos músculos así como la inervación sensorial de la laringe deriva de dos ramas del nervio vago, los nervios laríngeo superior y recurrente.